Los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, y el Príncipe de Asturias entregaron en Madrid el Premio Don Felipe de Borbón al ciclista Miguel Induráin, distinguido así como el mejor deportista español de 1995, año en que ganó su quinto Tour de Francia.
La cubana Ana Fidelia Quirot, campeona mundial de 800 metros, fue premiada con el Trofeo Comunidad Iberoamericana como la mejor atleta del área latina, pero no acudió en persona a recoger su distinción. Lo hizo en su lugar el consejero político de la embajada de Cuba en España, Jorge Quesada.
En el acto de entrega, celebrado en el Palacio Real de Madrid, la tiradora hispano-cubana Taymi Chappé, que dio al equipo español un campeonato del mundo de espada, recogió el Premio Reina Sofía como la mujer más destacada de 1995.
Otro ciclista, el francés Laurent Jalabert, fue galardonado con el Premio Infantas de España. El ganador de la anterior Vuelta a España se hizo merecedor del mismo gracias a su juego limpio y su nobleza competitiva.
La selección femenina de rugby y el equipo nacional de trial compartieron la Copa Barón de Güell correspondiente a los mejores equipos, y la Junta de Andalucía recibió, en manos de su consejero de Turismo y Deportes, José Núñez Castain, el Premio Olimpia a la entidad más destacada en el fomento del deporte, particularmente entre los disminuidos.
El Club Larios (Copa Stadium), el Ayuntamiento de Gijón (Premio Consejo Superior de Deportes) y la Universidad del País Vasco (Trofeo Joaquín Blume) también fueron distinguidos.
Pero fue un no premiado, Jesús Carballo, el deportista más felicitado en el Palacio Real. El gimnasta, flamante campeón del mundo en barra fija, fue muy requerido para las fotografías y departió con los Reyes, los otros atletas y las autoridades deportivas, entre las que figuraban el ministro de Educación y Ciencia en funciones, Jerónimo Saavedra; el secretario de Estado para el Deporte, Rafael Cortés Elvira, y el presidente del Comité Olímpico Español, Carlos Ferrer Salat.